LOS DíAS con sol brillante, con temperatura
cálida y un ambiente húmedo,
son ideales para ese momento de júbilo,
de alegría y alboroto que las abejas
viven cuando salen de su nido en búsqueda
de alimento. Incansables y afanosas
emprenden su visita a las flores
para recoger el néctar y el polen que éstas
pródigamente producen.