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Las abejas tienen la capacidad para reconocer objetos en la oscuridad!

Los seres humanos somos capaces de encontrar objetos con el tacto en la oscuridad gracias a la complejidad de nuestro cerebro, que almacena información de tal manera que puede ser recuperada por diferentes sentidos. Esta integración multisensorial nos permite formar imágenes mentales del mundo y apuntala nuestra conciencia. Es una habilidad bastante excepcional, ya que este reconocimiento visión-tacto solo lo compartimos con simios, monos y ratas, mientras que los delfines utilizan la visión y el oído y algunos peces, la visión y el sentido eléctrico. Pues resulta que semejante hazaña cognitiva para reconocer objetos en la oscuridad está presente en el pequeño cerebro de una abeja.

Las abejas tienen una capacidad sorprendente para reconocer objetos en la oscuridad, gracias a la presencia de células especializadas en sus ojos llamadas células fotorreceptoras de gran tamaño (PGC, por sus siglas en inglés).Las PGC son células sensibles a la luz que están ubicadas en la retina de los ojos de las abejas y son especialmente sensibles a la luz polarizada. A diferencia de los humanos, que solo tienen dos tipos de células fotorreceptoras (conos y bastones), las abejas tienen tres tipos de PGC, cada una sensible a diferentes longitudes de onda de la luz.Estas células permiten a las abejas detectar patrones de polarización de la luz que se reflejan en objetos, incluso en la oscuridad. Esto les permite, por ejemplo, reconocer la posición de la colmena, incluso cuando el sol está oculto.Además, las abejas también pueden detectar la polarización de la luz ultravioleta, lo que les permite reconocer la ubicación de las flores y distinguir entre diferentes tipos de flores, incluso en la oscuridad. Esto es especialmente importante para la recolección de alimentos durante las horas de la noche o en días nublados.

Además de las células PGC, las abejas también tienen otros mecanismos para detectar objetos en la oscuridad. Por ejemplo, pueden detectar vibraciones y movimientos, lo que les permite detectar la presencia de otros insectos y objetos en su entorno.

Las abejas también tienen una estructura social altamente organizada en la colmena, donde utilizan señales químicas y táctiles para comunicarse entre sí y compartir información sobre la ubicación de los alimentos y otros recursos. La comunicación entre las abejas también les permite navegar y reconocer objetos en la oscuridad.

En resumen, la capacidad de las abejas para reconocer objetos en la oscuridad es una habilidad sorprendente que se debe a una combinación de células fotorreceptoras especializadas en sus ojos, la capacidad de detectar vibraciones y movimientos, y la comunicación social en la colmena. Esta habilidad les permite navegar y recolectar alimentos incluso en condiciones de poca luz y es esencial para su supervivencia y para la polinización de las plantas.

Bibliografia:

  • «The Buzz about Bees: Biology of a Superorganism» de Jürgen Tautz y Helga R. Heilmann
  • «The Dancing Bees: An Account of the Life and Senses of the Honey Bee» de Karl von Frisch
  • «Honeybee Democracy» de Thomas D. Seeley
  • «The Wisdom of the Hive: The Social Physiology of Honey Bee Colonies» de Thomas D. Seeley